Solo he llamado una vez a una línea erótica gratis de número de mujeres para sexo, pero la experiencia ha sido tan placentera que, aunque han pasado muchos años, todavía no la he podido olvidar.

Todo empezó como algo natural, como quien se decide a ver esa nueva serie de Netflix que anuncian con tanto aplomo.

Estaba trabajando como webmaster para una web erótica y empezaron a bombardearme con anuncios porno.

Pero uno de ellos es el que captó mi interés: en el banner se veía a una chica rubia, con media teta fuera, y completamente desnuda de cintura para abajo. Pero lo que realmente me conquisto de ella era su cara: no sabría decir el porqué, pero me conquistó a primera vista.

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La paja que me hice con el número de mujeres para sexo

Número de mujeres para sexoEs posible que os preguntéis que porque la llamo la línea erótica gratis, cuando está claro que pagué por ella.

Lo cierto es que los primeros minutos eran gratis, y esto disminuyó de manera notable el gasto en este tipo de servicio.

La cuestión es que tenía los primeros 5 minutos completamente gratuitos y, aunque esto no daría ni para darme una triste paja, sí que me sirvió para hacerme una idea de todo lo que Graciela que podía ofrecer.

Esta chica del número de mujeres para sexo era todo un encanto. Lo que más me gustó de ella es la timidez: si, debía tener mucha experiencia en ese tipo de servicio, pero todavía se notaba que tenía cierto pudor a hablar de ciertos temas, aunque está claro que lo disfrutaba.

Casi sin pretenderlo, empecé a tener una erección predominante. Agarré mi amplio badajo y empecé a sacudirlo como si no hubiese mañana.

Al principio intenté que no se escuchasen mis gemidos, pero poco tardaría en no importarme. Graciela se dio cuenta de que ya me había puesto manos a la obra y me ayudo profiriendo sonidos de saliva, como si me la estuviese chupando.

Si, he practicado sexo oral muchas veces en mi vida, pero puedo asegurarte que ninguna experiencia ha sido tan placentera como esta. Y es que realmente parecía que la chica de la línea erótica gratis hubiese roto la barrera del espacio para hacerme una mamada.

Me corrió apoteósicamente llenando toda la pared de enfrente de leche.

Se que debería llamarla después de todo lo que pasó… y quizá lo haga, quizá algún día vuelva a repetir la experiencia.

¡LLAMA YA!