El squirting, también conocida como la eyaculación femenina, siempre ha sido fruto de muchas especulaciones por parte de los expertos. Hasta hace no mucho, se pensaba que la eyaculación era un proceso que tan solo se relacionaba con los honres. Se creía que una mujer no eyaculaba, sino que lo que salía de la vagina de algunas en el momento culmen era orina.

Sin embargo, ahora sabemos que la eyaculación es tanto cosa de hombres, como de mujeres.

Squirt es un término que se puede traducir como chorro. El verbo To squirt podría traducirse al español como echar un chorro. Así, el concepto de squirting se podría traducir como el proceso de eyaculación femenina, el proceso en el que la mujer podría derribar sus barreras en la búsqueda del placer y ascender a nuevos objetivos.

Todo lo que te interesa conocer del squirting

squirtingDurante el “squirt” se produce la expulsión de una cierta serie de líquidos a través de la vagina. No todas las mujeres lo experimentan, pero si son muchas las que aseguran haberlo vivido en algún momento. El líquido que se expulsa tiene es viscoso y de color blanco, en apariencia muy similar al semen de los hombres.

El hecho de que todavía no la hayamos experimentado no significa que nunca podamos hacerlo; de hecho, existen ciertas técnicas que nos permiten entrenar esta facultad.

Estos son algunos de los pasos que podemos dar para alcanzar este nivel de placer:

  • Localiza tu punto G: lo encontrarás más fácilmente estando excitada. Durante ese proceso, el punto G se inflamará y te será más fácil determinar dónde está. Si necesitas una pista, prueba a buscar a unos 4 cm por encima de la pared frontal de la vagina.
  • Estimulación: empieza estimular el punto G, aunque esto te pueda resultar algo extraño. Un indicativo de que vas por buen camino es una ligera sensación de cosquilleo en la vejiga.
  • Prueba: cada mujer puede conseguir el squirt de diferentes maneras. No dudes en probar con diferentes técnicas: haz masajes, aplica diferentes puntos de presión, y ve cambiando los ritmos. Así conseguirás un nivel de placer muy intenso y continuado.

Si todo va bien, conseguirás el squirt. Si no es así, no te frustres: lo importante es que disfrutes de la experiencia y que vayas conociendo lo que te gusta y lo que no. Hay mucho que todavía no conoces sobre tus genitales.

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